Definición de POP3-SMTP/IMAP

Alsina Gonzàlez
Periodista esp. e investigador

El correo electrónico es uno de los servicios más antiguos de los que nos ofrece Internet, fruto de la necesidad humana de comunicarse (ya sea por trabajo, como fuera de él), pero la forma de gestionarlo ha ido variando a lo largo del tiempo, siguiendo los avances de la tecnología.

Al principio, cuando utilizar una computadora equivalía a manejar una línea de comandos e Internet no había llegado todavía de forma masiva a los hogares, los usuarios no tenían que preocuparse por configurar sus correos electrónicos, puesto que todo residía en el servidor, y el administrador del sistema era el encargado de configurarlo todo.

Pero los tiempos avanzaron, las tecnologías evolucionaron, las computadoras llegaron a los hogares, y también lo hizo Internet. Y, con la red de redes, la posibilidad de gestionar el correo electrónico desde el propio domicilio, además de contar también con direcciones personales además de las profesionales.

Es así como surgen

los protocolos POP/SMTP e IMAP, como formas en las que un cliente de correo electrónico en local puede dialogar con el servidor remoto.

De esta forma, podemos estar tranquilamente en nuestra casa, durmiendo o fuera de viaje, y nuestro servidor de correo (que estará funcionando 24 horas al día, 365 días al año, y recibiendo correo) recibirá los mensajes que nos envíen, que podremos recuperar conectándonos desde nuestro cliente local y descargando el correo.

Las primeras versiones de POP y de IMAP datan de mediados de los años 80,

aunque en el caso de POP, la versión con la que realmente consiguió ser utilizado de forma masiva, fue la 3 de 1988, hasta el punto de que, hoy en día, hablar de POP y de POP3 significa exactamente lo mismo.

Ambos protocolos difieren ligeramente en la forma en la que gestionan el correo electrónico, pero ¿cómo exactamente?

El POP/POP3 (Post Office Protocol) está pensado solamente para la recepción del correo (no para su envío, para lo cual va acompañado del SMTP), descargándolo completamente

lo que permite su gestión offline, es decir, desconectados de la red.

No solamente son descargados los elementos de texto que componen el correo electrónico, sino también los ficheros adjuntos como imágenes o programas que pudieran haber adjuntado en origen.

Al descargar un mensaje, este es eliminado del servidor, con la excepción de si mantenemos una copia en este, una opción que nos permiten la gran mayoría de los clientes de correo. Esta característica lo diferencia del sistema

IMAP (Internet Message Access Protocol), en el cual se necesita estar conectado al servidor de correo para gestionar los mensajes

ya que se descargan solamente partes de los mensajes, como el subject y una pequeña parte del cuerpo, dejando el resto en el servidor. También soporta

carpetas del lado del servidor, pudiendo ordenar los mensajes y recuperarlos ordenados desde cualquier otro cliente que configuremos.

Ambas formas comportan ventajas y desventajas frente al otro; mientras que el POP/POP3 permite trabajar en desconexión, el volumen de mensajes ocupa más espacio en nuestros discos duros que si trabajamos con IMAP.

Esto es algo a tener en cuenta, puesto que si bien muchas computadoras disponen de grandes discos duros con cientos o miles de “gigas”, los nuevos formatos de convertibles ultraligeros (tablet+PC) integran almacenamientos ópticos de unos pocos gigas, con lo que un correo muy abultado consumirá rápidamente el espacio dedicado al usuario.

El IMAP es también un protocolo más complejo internamente que el POP/POP3, pero eso es algo que queda enmascarado al internauta.

Si antes he dicho que el POP/POP3 sirve exclusivamente para la recepción de mensajes, este se hace acompañar del

SMTP (Simple Mail Transfer Protocol), el cual funciona en línea y es capaz de enviar mensajes de forma instantánea.

Fue definido en 1982, anterior por lo tanto a los anteriores, incluido el POP al que complementa, pero debido a algunas carencias en la recepción de mensajes, se destina en exclusiva al envío. También puede combinarse su uso con el IMAP, aunque no es algo habitual.

Los proveedores de servicios de hosting proporcionan habitualmente compatibilidad con ambos sistemas de gestión de correo,

tanto POP3/SMTP, como IMAP. Para ello, proporcionan al usuario unas configuraciones compuestas de servidor de entrada, servidor de salida, los respectivos puertos utilizados, su nombre de usuario y contraseña (un par de estos diferentes para cada buzón, aunque los servidores y los puertos coinciden), y una información sobre seguridad como, por ejemplo, si el envío del nombre de usuario y contraseña debe ser autentificado.

Dicha configuración se repite para cada una de las modalidades, POP3/SMTP e IMAP.

Todo este sistema de servidores remotos y clientes locales ha quedado desfasado desde hace tiempo para la mayoría de los internautas que trabajan como usuario final, los cuales utilizan el

webmail, consistente en acceder a los mensajes de correo, contactos y otras funcionalidades a través de un navegador gracias a una interfaz web.

Fotos: Fotolia – Nikolai Titov – Dmitry

 
 
 
Por: Alsina Gonzàlez. Estudios en ingeniería informática en la Universitat de Girona, experiencia en numerosos medios tradicionales y digitales de tecnología, e investigador en temas de historia sobre el eje de la Segunda Guerra Mundial.

Trabajo publicado en: Jul., 2017.
Datos para citar en modelo APA: Gonzàlez, G. A. (julio, 2017). Definición de POP3-SMTP/IMAP. Significado.com. Desde https://significado.com/pop3-smtpimap/
 

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