Definición de Calidez

En líneas generales la idea de calor tiene una mejor valoración que la idea de frío. No hay que olvidar que hace miles de años inventamos el fuego para protegernos de las bajas temperaturas y que millones de personas en todo el mundo se desplazan buscando zonas templadas para disfrutar del buen tiempo. En otras palabras, buscamos lugares que nos hagan sentir a gusto por la acción del calor.

El término calidez expresa la cualidad de caliente que posee algo. Esta palabra viene del latín calidus y literalmente quiere decir «que proporciona calor».

En el contexto de las relaciones humanas

El binomio frío-calor también se proyecta en las relaciones sociales. Así, decimos que una persona es fría cuando es distante y poco comunicativa. Por el contrario, las actitudes acogedoras, amables y cariñosas las consideramos cálidas, ya que proporcionan una reacción positiva y gratificante.

Si tomamos como referencia el fenómeno turístico, nos desplazamos preferentemente en verano porque los rayos de sol resultan estimulantes en todos los sentidos y porque hay más horas de luz que de oscuridad. Por otro lado, en las zonas con un clima benigno las relaciones sociales se caracterizan precisamente por la calidez.

En relación con los colores

Si hablamos de colores estos se dividen en fríos y cálidos. Los primeros son aquellos que en su composición incorporan el color azul, como el violeta o el verde (desde un punto de vista de la percepción esta gama de colores parece que contraen los objetos). Los segundos son los que tienen en su composición el color amarillo o rojo (esta gama de colores parecen expandirse visualmente).

Las cualidades que se atribuyen a las distintas tonalidades ponen de manifiesto que los colores tienen su propia temperatura.

En el hogar

La sensación de calidez en el hogar se consigue básicamente a través de un correcto uso de los colores en el mobiliario y en las paredes. En este sentido, los rojos, naranjas o amarillos proyectan energía y vitalidad y, por lo tanto, proyectan una sensación de calor.

Lógicamente, los ambientes cálidos también se consiguen con una temperatura adecuada y con la presencia de luz natural.

En la mayoría de civilizaciones se ha venerado al Sol

Desde un punto de vista científico el Sol constituye la principal fuente de energía y, de hecho, sin la acción solar sería inviable cualquier forma de vida en el Tierra. No es extraño que en las antiguas civilizaciones los humanos tuviéramos un sentimiento de adoración al Sol.

El culto a esta gran estrella aparece en el Antiguo Egipto, en Roma, en la cultura inca o en la cultura mexica.

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