Definición de Autoconcepto

Agustina Repetto
Licenciada en Psicología

El autoconcepto es la percepción subjetiva que tenemos de nosotros mismos. Es decir, se trata sobre lo que uno piensa, cree y evalúa (tanto de manera positiva como negativa) acerca de las habilidades, competencias, características, limitaciones y valores propios, entre otros aspectos que conforman nuestra identidad.

Por ejemplo, una persona puede creer que es inteligente y creativa, pero sentirse insegura en situaciones sociales, ya que piensa que le faltan habilidades para comunicarse de manera asertiva con los demás. Este ejemplo muestra que dicha persona tiene una percepción positiva de su inteligencia y creatividad, pero también reconoce algunas debilidades en su autoestima y habilidades sociales.

En el año 1990, Burns define al autoconcepto como una representación cognitiva que se va construyendo a lo largo del ciclo vital a través de la información que recibimos del mundo y de nuestra propia experiencia, abarcando tanto aspectos físicos como psicológicos y sociales. En este sentido, podríamos pensarlo como un collage mental en el que vamos pegando todas las piezas que conforman nuestra personalidad y nuestras habilidades.

Componentes clave del autoconcepto: autoimagen, autovaloración y autoeficacia

Algunos expertos en el tema, como Shavelson, Hubner y Stanton, identifican tres componentes clave del autoconcepto: la autoimagen, la autovaloración y la autoeficacia.

• La autoimagen es como una foto mental que tenemos de nosotros mismos, que incluye nuestra apariencia física, personalidad, habilidades y competencias.

• La autovaloración es el juicio personal que hacemos sobre nuestra autoimagen, es decir, cómo nos calificamos positiva o negativamente a nosotros mismos.

• La autoeficacia se refiere a la percepción que tenemos sobre nuestra capacidad para hacer las cosas de una manera exitosa o lograr nuestros objetivos.

El autoconcepto a lo largo de la vida: desarrollo, influencias y factores

El desarrollo del autoconcepto comienza desde el nacimiento y continúa a lo largo de toda la vida, lo que significa que todos estamos en constante construcción y deconstrucción de nuestra imagen mental. En 1977 Coopersmith afirma que durante la infancia, el autoconcepto se va formando a través de la exploración del entorno y de la interacción con los demás. Por ejemplo, si un niño recibe mucho apoyo y cariño de su familia, es probable que su autoconcepto sea positivo y se sienta seguro de sí mismo. Por el contrario, si un niño es constantemente criticado y desvalorizado, su autoconcepto puede verse afectado de manera negativa.

Lo que uno piensa sobre sí mismo puede ser influenciado por una variedad de factores, como las experiencias pasadas, la educación, las relaciones interpersonales, la cultura y la sociedad en la que se encuentra una persona. También puede ser influenciado por la autoevaluación de una persona en diferentes áreas de su vida, como su trabajo, sus relaciones, su apariencia física y sus logros personales.

Autoconcepto en relación a la autoestima, la motivación, el rendimiento académico y el bienestar emocional

Autoconcepto y autoestima: Diversos estudios afirman la existencia de una correlación positiva entre ambos conceptos, es decir que es esperable que quien tenga un autoconcepto positivo también tenga una buena autoestima. Una investigación realizada por Roa García en el año 2013 afirma que ambos elementos son determinantes para sentirse satisfecho con uno mismo y para mantener un bienestar psicológico.

Autoconcepto y motivación: Los resultados de variadas investigaciones mostraron que un autoconcepto positivo se relaciona con una mayor motivación intrínseca y una menor motivación extrínseca. Es decir que sugieren que tener una buena imagen de uno mismo puede ser beneficioso para motivarse a hacer las tareas más por el hecho de disfrutarlas, y menos por motivos externos como la expectativa de obtener una recompensa o evitar un castigo.

Autoconcepto y rendimiento académico: En un estudio realizado en 1998 se examinó la relación entre el autoconcepto, las estrategias de aprendizaje y el rendimiento académico. Se encontró que la percepción que el estudiante tiene sobre sí mismo influye directamente en la elección de las estrategias de aprendizaje. Aquellos que tienen un autoconcepto positivo tienden a seleccionar no solo más estrategias de aprendizaje, sino aquellas que permiten acceder a un procesamiento más profundo y significativo de la información

En resumen, tener un autoconcepto positivo y ajustado a la realidad es importante porque puede afectar el bienestar emocional y la capacidad de una persona para interactuar de manera efectiva con los demás. Una persona con un autoconcepto positivo generalmente tiene buena autoestima, una mayor motivación intrínseca, mejor rendimiento académico, se siente segura de sí misma y está dispuesta a asumir nuevos desafíos y experimentar con nuevas ideas. Por otro lado, una persona con un autoconcepto negativo puede tener dificultades para aceptar la crítica constructiva y puede sentirse insegura en las interacciones sociales.

 
 
 
 
Por: Agustina Repetto. Licenciada en Psicología, egresada de la Universidad Nacional de Mar del Plata. Actualmente, estudiante del Posgrado en Sexualidad Humana: sexología clínica y educacional con base en Perspectiva de Género y Derechos Humanos.

Art. actualizado: Marzo 2023; sobre el original de marzo, 2010.
Datos para citar en modelo APA: Repetto, A. (Marzo 2023). Definición de Autoconcepto. Significado.com. Desde https://significado.com/autoconcepto/
 

Referencias

Burns, R. (1990). El autoconcepto. Teoría, Medición Desarrollo y Comportamiento. Bilbao: Ego.

Coopersmith, S. (1977). Autoconcepto: Su origen y desarrollo en la infancia.

Pérez, J. C. N., Pienda, J. A. G., Rodríguez, M. G., Pumariega, S. G., Montero, C. R., Pérez, L. Á., & Torres, M. D. C. G. (1998). Estrategias de aprendizaje, autoconcepto y rendimiento académico. Psicothema, 10(1), 97-109.

Roa García, A. (2013). La educación emocional, el autoconcepto, la autoestima y su importancia en la infancia. Edetania, (44), 241-257.

Shavelson R., Hubner, J. y Stanton, J. (1976). Autoconcepto: Validación de la interpretación de constructo. Revisión de la investigación educativa, 46 (3), 407-441.

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