Definición de Sublimación (en Psicología)

Agustina Repetto
Licenciada en Psicología

La sublimación, dentro del marco psicoanalítico, describe el proceso mediante el cual las pulsiones o deseos (a menudo considerados inaceptables por la sociedad) son canalizados y transformados en formas de expresión que socialmente se consideran más aceptables.

Pulsión y sublimación

Desde la perspectiva freudiana, la teoría de la sublimación se origina en la noción de que los seres humanos tienen pulsiones básicas, como la pulsión sexual (eros) y la pulsión de muerte (thanatos) que buscan satisfacerse. Estas pulsiones, cuando se presentan de manera directa, pueden generar angustia, por lo que la sublimación, actúa como un mecanismo que le permite a la pulsión satisfacerse y canalizarse en actividades socialmente aceptables y culturalmente valiosas. En este sentido, Freud entiende a la sublimación como uno de los posibles destinos de la pulsión.

Ejemplo ilustrativo

Para comprender mejor este concepto, es fundamental explorar un ejemplo concreto presentado por Freud en uno de sus textos sobre la transformación de las pulsiones. En sus escritos, alude a la actividad científica como un ejemplo destacado de sublimación de pulsiones sexuales y agresivas. Los científicos, al enfrentarse a impulsos instintivos intensos, desvían esas energías hacia la investigación y el descubrimiento, canalizándolas de manera constructiva. Freud podría haber citado a figuras como Marie Curie, cuyos logros científicos monumentales podrían interpretarse como la sublimación de fuerzas psíquicas hacia la búsqueda del conocimiento y la innovación.

Esta dinámica sublimadora no se limita solo al ámbito científico y social. En el ámbito artístico, por ejemplo, un individuo con pulsiones emocionales intensas podría canalizar esas emociones en la creación artística, produciendo obras que reflejen la complejidad de su mundo interior. Asimismo, en el terreno deportivo, los atletas pueden sublimar sus impulsos competitivos y agresivos mediante el entrenamiento disciplinado, convirtiéndolos en un rendimiento excepcional en la cancha o el campo. La sublimación, por lo tanto, se presenta como una fuerza transformadora que abarca una amplia gama de experiencias humanas, dando lugar a expresiones constructivas y enriquecedoras en diversos aspectos de la vida.

No obstante, es crucial señalar que la sublimación no implica una eliminación total de las pulsiones. Si no que, al permitir su expresión a través de formas socialmente aceptadas, la sublimación puede reducir la angustia, la ansiedad y los conflictos psíquicos internos. Además, al facilitar la creatividad, la exploración intelectual y el compromiso social, contribuye al desarrollo personal y colectivo, promoviendo una sociedad más saludable y enriquecida.

Freud consideraba que la sublimación era un mecanismo fundamental para el funcionamiento social y cultural. Creía que una sociedad que fomenta la sublimación saludable podría experimentar menos conflictos internos y externalizaría sus impulsos de manera más constructiva. Sin embargo, también reconocía que un exceso de represión o una sublimación excesiva podrían generar tensiones psicológicas y sociales.

La sublimación y las instancias psíquicas

La sublimación, como proceso psíquico, se vincula estrechamente a otros conceptos fundamentales del psicoanálisis, como el yo, el ello y el superyó. Freud postuló que el yo, en tanto mediador entre las demandas del ello (sede de las pulsiones) y las normas sociales internalizadas por el superyó, juega un papel crucial en la sublimación. El yo canaliza los impulsos del ello de manera que sean socialmente aceptables y culturalmente valorados, actuando como un filtro que transforma la energía instintiva en actividades constructivas.

La sublimación y la represión

La sublimación también se relaciona con la noción de represión (otro posible destino de la pulsión). Mientras que la represión implica el rechazo de las pulsiones inaceptables hacia el sistema inconsciente, la sublimación va más allá al convertir estas pulsiones en algo productivo y beneficioso para el individuo y la sociedad. Así, la sublimación trata de transformar y redirigir de manera positiva la energía psíquica.

La sublimación en diferentes etapas de la vida

Es esencial comprender que la sublimación no se limita a una sola etapa de la vida. A lo largo de todo el desarrollo humano, se observan manifestaciones de sublimación en diversas formas. En la infancia, por ejemplo, los juegos simbólicos y de representación, podrían considerarse una forma de sublimación, donde los niños canalizan sus impulsos a través del juego. En la adultez, estas tendencias pueden manifestarse en la elección de profesiones, hobbies o actividades creativas.

Las implicaciones de la sublimación en la terapia psicoanalítica

La sublimación también tiene implicaciones en la terapia psicoanalítica. Los psicoanalistas pueden trabajar con los pacientes para identificar y canalizar de manera más saludable las pulsiones reprimidas hacia actividades constructivas. Al comprender la naturaleza de la sublimación, el terapeuta puede ayudar al individuo a encontrar formas más adaptativas y saludables de manejar sus deseos internos, reduciendo así el malestar psicológico.

 
 
 
 
Por: Agustina Repetto. Licenciada en Psicología, egresada de la Universidad Nacional de Mar del Plata. Actualmente, estudiante del Posgrado en Sexualidad Humana: sexología clínica y educacional con base en Perspectiva de Género y Derechos Humanos.

Trabajo publicado en: Ene., 2024.
Datos para citar en modelo APA: Repetto, A. (enero, 2024). Definición de Sublimación (en Psicología). Significado.com. Desde https://significado.com/sublimacion/
 

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