Definición de Corona de Adviento

En la tradición cristiana el tiempo de adviento es aquel en el que se espera la venida de Jesucristo. Por lo tanto, se trata de un periodo de preparación espiritual para celebrar la Navidad. Dicho periodo comienza cuatro domingos antes de esta celebración.

El término adviento proviene del latín adventus, que literalmente quiere decir venida o llegada.

La corona de adviento es un símbolo de esperanza, pues la luz de Jesucristo triunfará sobre las tinieblas y la muerte

La corona de adviento, también conocida como guirnalda, tiene un claro sentido simbólico. Este elemento sirve para ayudar a las familias cristianas en la preparación de la Navidad. De hecho, se trata del primer anuncio sobre la Navidad. Representa la esperanza del pueblo de israel en el Mesías prometido.

La corona tiene forma circular, lo cual expresa la idea de eternidad asociada a Dios. Sus ramas de color verde simbolizan la esperanza, así como el crecimiento espiritual y la actitud de esperanza activa en el Creador. Al mismo tiempo, recuerda la importancia de estar preparados y con el espíritu abierto para recibir a Jesucristo.

Si la corona está envuelta con algún adorno rojo, se hace referencia al amor de Dios hacia los hombres, así como el amor de los hombres hacia Él. Si la corona incorpora ramas o listones blancos, este elemento simboliza la idea de pureza.

Sobre la corona se colocan cuatro velas separadas, lo que simboliza los cuatro domingos anteriores a la llegada de la Navidad. El primer domingo se enciende una vela y así sucesivamente hasta llegar a las cuatro velas. Por último, la corona se decora con una vela de color blanco que se enciende la noche del 24 de diciembre y que representa la luz de la Navidad.

En la celebración de la eucaristía durante el tercer domingo se enciende una vela rosa, con la que se expresa la alegría por la próxima llegada de la Navidad. Durante la eucaristía, los ornamentos del sacerdote y del altar son de color rosa y de esta manera se invita a los fieles a participar de la alegría del periodo navideño.

Desde un punto de vista litúrgico

La liturgia del primer domingo de adviento se centra en la venida del Señor al final de los tiempos. En el segundo domingo se invita a los infieles a que mantengan una actitud de conversión permanente. La misa del tercer domingo anuncia la buena noticia de la venida del Señor y este domingo se le conoce como gaudete. Por último, en el cuarto domingo el acto litúrgico hace referencia al advenimiento del hijo de Dios al mundo. Durante este periodo la decoración del altar es más austera y, por otra parte, se omite el canto de gloria.

Tres figuras bíblicas relacionadas con este periodo

El tiempo de adviento está relacionado con tres figuras bíblicas: San Juan Bautista, el profeta Isaías y María. El primero anunció los planes salvadores del Señor. El segundo sacó a los hombres de su actitud indiferente con respecto a Dios. María simboliza la fe y el testimonio de vida, pues ella lleva en sus entrañas al Salvador.

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