Definición de Design Thinking

En el proceso de creación de nuevas ideas es muy conveniente partir de unas premisas previas. En otras palabras, hay que plantearse una serie de interrogantes iniciales e intentar dar respuestas a los mismos. Así, debemos preguntarnos qué necesidades queremos satisfacer o qué aspecto novedoso podemos incorporar. Este tipo de enfoque es aplicable a cualquier circunstancia, ya sea la idea de un proyecto, un servicio, un nuevo producto o la mejora de algo que ya existe.

Es la puesta en marcha de un proceso creativo para generar ideas útiles

Se trata de un enfoque basado en la inventiva y en la innovación. Quien introdujo esta nueva perspectiva fue el ingeniero industrial Tim Brown. El Design Thinking o Pensamiento de Diseño se puso en marcha en IDEO, su propia empresa de consultoría en innovación.

En pocos años la nueva estrategia se ha expandido en todos los sectores, especialmente en el mundo empresarial Con este concepto se pretende que todos los productos y servicios puedan satisfacer las necesidades de los clientes y usuarios.

La propuesta como metodología

Este concepto implica una forma de pensar creativa y, al mismo tiempo, analítica. No se trata simplemente de tener buenas ideas, sino que estas sean viables desde un punto de vista económico y técnico.

Todo método se fundamenta en unas pautas generales y en el Design Thinking hay cinco reglas que deben contemplarse

En primer lugar, es necesario introducir la empatía con la gente. Si personas de diferentes áreas están implicadas en un proyecto compartido, es preciso que exista una sintonía entre ellas.

En segundo lugar, hay que definir el problema que se quiere resolver o el desafío que se pretende superar.

En un tercer nivel, es preciso idear posibles soluciones. Para ello, se debe introducir una mentalidad abierta y sin ningún tipo de restricciones. En esta etapa del método es cuando tiene especial importancia la creatividad.

El cuarto nivel consiste en crear un prototipo. De esta manera, cuando ya se ha encontrado la solución al problema inicial, se presenta un modelo general o prototipo. Se trata de establecer un primer modelo de una secuencia futura.

Por último, se debe evaluar el producto final. Esto implica que el prototipo creado tiene que ser evaluado y testado para comprobar si es realmente viable y útil.

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