Definición de Poda

Entendemos por poda a aquella actividad de corte y emprolijamiento de algunas plantas de manera intencional con el fin de obtener mejoras en su crecimiento así como también embellecer su forma natural o darle una forma nueva y artificial. La poda es necesaria en el caso de algunas plantas ya que el crecimiento excesivo puede facilitar que la planta se seque o pierda su fortaleza. Sin embargo, la poda debe realizarse de manera cuidadosa y adecuada para no perjudicar a la esencia de cada planta o arbusto.

La poda es principalmente realizada con fines decorativos ya que a partir de ella las plantas pueden ser modeladas y adaptadas a diferentes formas de acuerdo al interés del dueño. Así, la poda se hizo muy común en parques y jardines de diferentes partes del mundo con diversos estilos que son más o menos reconocibles. En este sentido, son especialmente famosos los jardines franceses e ingleses, cada uno con un estilo particular pero altamente ordenado y marcado. El jardín de tipo japonés también da importancia a la poda pero se interesa por las formas más extrañas y originales de los arbustos. A lo largo de la historia, la poda ha logrado desarrollar más y más perfección, elaborándose herramientas cada vez más complejas para cada acción necesaria.

Hay diferentes tipos de poda que pueden aplicarse a las necesidades de cada tipo de planta o arbusto como también al espacio en la que las mismas se ubican. Esto por ejemplo nos muestra que hay podas para evitar el crecimiento profuso y descontrolado de los árboles en las ciudades, podas de formación que son aquellas que le dan forma al tipo de planta específico, podas de invierno o de verano, etc. En estos casos, la poda también puede entonces realizarse por necesidades más que por fines decorativos: muchas veces los árboles en el ámbito urbano se podan por cuestiones de seguridad ya que los mismos pueden caerse luego de muchos años o incluso volverse peligrosos si dan directamente a los balcones de los edificios.