Definición de Celtíberos
Periodista esp. e investigador
Los celtas por arriba, los íberos por abajo y, como resultado de su encuentro en el medio, los celtíberos. Resumidamente, ésta es la esencia de cómo la historiografía española de toda una época definió a los celtíberos.
La cultura celtíbera se desarrolló en la parte noreste de la península ibérica a partir del siglo XIII a.C, fruto de la penetración de los pueblos celtas procedentes del norte de Europa en la península, y su encuentro con la cultura íbera, propia de la zona.
No podemos hablar de una área concreta, con fronteras delimitadas, debido en buena parte a la falta de fuentes históricas, y a lo difuso que siempre supone delimitar una fusión cultural.
Cabe tener en cuenta también que los celtíberos no son exactamente ni lo uno ni lo otro, es decir, como buena mezcla tienen componentes culturales de ambos grupos, pero sin poder ser homologados completamente con unos o con otros.
El origen de los celtíberos es difuso; la hipótesis más aceptada es que la fusión cultural se dio por las invasiones celtas procedentes del norte de la cordillera de los Pirineos.
Como pasaría con otras migraciones, la suposición es que las tribus que emigraron fueron “empujadas” por otras que, a su turno, descendían del norte del continente en busca de espacios con un clima más agradable y una tierra más fértil.
Las tribus germánicas procedentes de escandinavia y el norte de lo que hoy es Alemania, también presionaron a las tribus celtas que, a su vez, se vieron obligadas (por haber sido desalojadas de sus tierras originales) a presionar a otras tribus, provocando la entrada en la Península Ibérica.
Las poblaciones íberas oriundas de la península se vieron arrinconadas en la línea de la costa este y sur, mientras que el oeste, el norte y la mayor parte del centro de la península, quedaba en manos de pueblos celtas.
No obstante, otra teoría defiende la formación in situ de la cultura celta, a la par que la cultura ibérica.
Ambos pueblos, de costumbres y lenguas diferentes, habrían convivido en paz (con sus inevitables enfrentamientos, igual que todos los vecinos a lo largo de la historia, pero sin que ello supusiera una invasión), con la fusión ya consabida en la zona fronteriza antes delimitada.
La cultura celtíbera posee rasgos propios, aunque comunes no solo a las dos culturas que la originan, sino también compartidos con otras culturas.
Es el caso de la incineración para el entierro de los difuntos, asentamientos de tamaño pequeño en zonas de altura, de forma que fueran fácilmente defendibles en caso de ataque, y casas rectangulares, generalmente de una sola estancia.
Como las demás culturas, no es estática, sino que va mutando por una dinámica propia o por las influencias directas e indirectas que recibe de otras culturas. Este es el caso de los asentamientos, que irán creciendo en tamaño con el tiempo.
Podemos distinguir tres periodos: celtíbero antiguo, pleno, y tardío.
El antiguo es la etapa de formación y consolidación, mientras que el pleno corresponde a la época de mayor brillo de esta cultura, cuyos rasgos culturales ya están consolidados, mientras que el celtíbero antiguo corresponde a la época de decadencia que desemboca en su desaparición, debida a causas externas a estos pueblos.
El principio del fin de los celtíberos llegó con los romanos, entre los siglos II y I a.C.
El largo proceso de romanización, aceptado por los nativos de buen grado en unos casos, y en otros por la fuerza, sustituyó la cultura local por la romana, con más o menos influencias de la cultura precedente.
Este no fue un fenómeno exclusivo de la península ibérica y sus pueblos, sino que se dio en casi todas las partes en las que el Imperio Romano tuvo presencia, y en mayor o menor grado según los siglos en los que Roma estuvo presente.
La Península Ibérica, al ser uno de los escenarios de las Guerras Púnicas, contó con presencia romana desde muy temprano, siendo, por lo tanto, un territorio altamente romanizado, ya que la cultura romana tuvo mucho tiempo para dejarse notar e influir en las costumbres de los locales.
Foto: Fotolia – Sergey Kamshylin
Trabajo publicado en: Feb., 2018.
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