Definición de Fantasía

Agustina Repetto
Licenciada en Psicología

La fantasía es un proceso psíquico a través del cual participan múltiples factores, sustentada por las emociones, los pensamientos y las experiencias particulares del individuo.

La trama invisible de la Fantasía: Explorando la realidad psíquica

En el ámbito del psicoanálisis, la fantasía se revela como un fenómeno complejo y significativo. De hecho, la afirmación de Sigmund Freud en la Conferencia 23 marca su importancia al establecer que la realidad psíquica es determinante para el sujeto. Luego, Jacques Lacan profundiza en esta noción, destacando que la fantasía no es simplemente una imagen mental, sino una escena con un guion y una trama significativa.

En la trama invisible de la fantasía, elementos argumentativos y contenidos imaginarios se entrelazan, brindando una perspectiva única sobre el mundo psíquico y la posición del sujeto en el mundo. Freud sugiere que estas fantasías retienen objetos libidinales, proporcionando un escenario donde se canalizan pulsiones conflictivas. Aunque estas fantasías sirven como satisfacción que sostiene el deseo, a menudo implican la inhibición de la acción, especialmente en contextos de neurosis.

Composición de las Fantasías: Entre la Verdad y la Falsedad

Freud desafía la dicotomía de verdad y falsedad al abordar la composición de las fantasías. Estas son una amalgama de ambos, siempre tocadas por un punto de verdad: la verdad del sujeto que revela su posición en el mundo.

El Papel de la Fantasía en la formación de síntomas neuróticos

Desde la perspectiva psicoanalítica, la interacción entre las fantasías y la aparición de síntomas neuróticos constituye un área esencial de estudio para comprender la complejidad de la psique humana. Estos síntomas neuróticos no son simplemente expresiones desordenadas, sino más bien vías de satisfacción de pulsiones internas. En su núcleo, se encuentra un complejo conflicto que gira en torno a la búsqueda de una nueva forma de satisfacción pulsional. Este conflicto, a su vez, otorga al síntoma una resistencia inherente, sostenida por las fuerzas antagónicas que convergen en él.

En el trasfondo de estos síntomas neuróticos, se encuentra la libido -la pulsión- insatisfecha, una fuerza rechazada por la realidad que emprende un viaje regresivo en busca de satisfacción. Este viaje está influenciado por fijaciones preexistentes, representaciones mentales arraigadas en la infancia. Dichas fijaciones, investidas regresivamente, ofrecen una vía de escape a la represión, proporcionando una forma de satisfacción a través del síntoma. La influencia de las experiencias infantiles y las predisposiciones adquiridas en la primera infancia desempeñan un papel crucial en la génesis de estas fijaciones y, por ende, en la causación de la neurosis.

La conexión entre las experiencias infantiles y las del adulto, con sus intensidades patógenas respectivas, se entrelaza en la formación de los síntomas neuróticos. La atracción de la libido hacia las vivencias sexuales infantiles se manifiesta a través de la regresión a estas desde posiciones más avanzadas. El síntoma, de alguna manera, repite una modalidad de satisfacción temprana, distorsionada por la censura surgida del conflicto, a menudo asociada a una sensación de sufrimiento y entremezclada con elementos contribuyentes a la enfermedad.

Estos síntomas, ya sean la representación de vivencias reales o fantasías, residen en el reino de la neurosis, donde la realidad psíquica desempeña un papel decisivo.

Freud distingue tres fantasías primordiales -amenaza de castración, observación del coito entre los padres y seducción por parte de un adulto- que tienen una importancia intrínseca en el desarrollo y manifestación de los trastornos neuróticos. Sean o no aportadas por la realidad, estas fantasías representan un componente filogenético que el niño incorpora para enriquecer su vivencia actual con elementos prehistóricos.

La fantasía, en el contexto de la formación del síntoma, actúa como un puente crucial para la libido en su viaje regresivo hacia las fijaciones preexistentes. Estas fantasías contienen los puntos de fijación, y su investidura permite una tolerancia en el yo, siempre y cuando la libido mantenga un nivel cuantitativo específico. Sin embargo, la investidura de la fantasía exige realización, generando conflicto con el yo y termina siendo reprimida. Este retiro a la fantasía sirve como un estadio intermedio para la formación del síntoma, donde la fantasía regresivamente investida debe despertar un conflicto en el yo para dar lugar al síntoma; de lo contrario, la perversión se manifiesta.

Si la investidura en la fantasía es excesiva, esta se reprime, convirtiéndose en parte del inconsciente, y la libido migra hacia los puntos de fijación, dando lugar al síntoma, ya que la satisfacción en la realidad se torna imposible.

En resumen, la fantasía desempeña un papel crucial en la formación de síntomas neuróticos al servir como un terreno regresivo para la libido, donde encuentra las fijaciones preexistentes. Esta relación entre fantasía, conflicto y síntoma representa un aspecto fundamental del complejo entramado psíquico que el psicoanálisis busca desentrañar en la comprensión y tratamiento de los trastornos neuróticos.

 
 
 
 
Por: Agustina Repetto. Licenciada en Psicología, egresada de la Universidad Nacional de Mar del Plata. Actualmente, estudiante del Posgrado en Sexualidad Humana: sexología clínica y educacional con base en Perspectiva de Género y Derechos Humanos.

Art. actualizado: Enero 2024; sobre el original de abril, 2010.
Datos para citar en modelo APA: Repetto, A. (Enero 2024). Definición de Fantasía. Significado.com. Desde https://significado.com/fantasia/
 

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