Definición de Comparación

Lilén Gomez
Profesora en Filosofía

Por comparación se entiende, de manera general, la operación de poner en común al menos dos objetos, con el fin de examinar sus semejanzas y diferencias, de acuerdo con uno o más criterios preestablecidos. Por ejemplo, si se comparan dos objetos con relación a su tamaño, puede decirse que uno es más grande que el otro o que ambos son iguales.

En sentido amplio, la comparación consiste en una actividad mental lógica, que realizamos de manera constante e inconsciente en una multiplicidad de situaciones de la vida cotidiana. Así, por ejemplo, comparamos las sensaciones que nos producen diferentes estímulos, contrastamos sabores, distinguimos el frío del calor, etcétera; o bien, comparamos entre diferentes personas o situaciones. En términos estrictos, al interior del ámbito científico, la comparación se considera un método sistemático y ordenado, que permite trazar relaciones entre determinados objetos de estudio y extraer conclusiones a partir de ello.

El método comparativo

En las Ciencias Sociales, la operación de comparar puede ser útil como método de investigación. Partiendo de preguntas generales y mayormente abstractas, como, por ejemplo, aquellas que interrogan acerca de las instituciones, grupos sociales o normas culturales, es posible clasificar las variaciones empíricas de un cierto fenómeno a estudiar.

Para llevar a cabo una investigación de tipo comparativo, es preciso definir, en primera instancia, un período temporal y un espacio acotado a analizar; puesto que, de otra manera, el proceso se tornaría irrealizable por su propia extensión. Resulta necesario definir los casos que se tomarán en cuenta para efectuar la comparación (comparación sincrónica), o bien, los diferentes momentos correspondientes a un mismo caso (comparación diacrónica). Una vez delimitados los casos, en tiempo y espacio, se deberán delinear las variables a considerar para la comparación. Para ello, resulta provechoso ordenar los casos de acuerdo con diferentes clases y, luego, extraer las variables más generales que aquellas comparten. Éstas funcionan como criterios o hipótesis comparativas.

Una vez establecidas las condiciones señaladas, es factible llevar a cabo el procedimiento comparativo propiamente dicho. La comparación puede tener distintos objetivos: extraer de ella una generalización, formular una explicación para un fenómeno particular a partir de lo acontecido en otros casos, asociar un proceso a otros, etcétera. Cabe señalar que, dependiendo del modo en que se planteen tales objetivos, la comparación resultará menor o mayormente exitosa. Es decir, mientras más ambicioso sea el objetivo, más difícil resultará efectuar el análisis; por ejemplo, si se realiza una comparación estadística tomando en cuenta una excesiva cantidad de datos.

Virtudes del método comparativo

La comparación en Ciencias Sociales, como método de investigación, permite dar con una clave de interpretación, comprensión y explicación de un proceso. A su vez, a partir de ello, podemos construir teorías explicativas empíricamente contrastables. En la comparación, al confrontar una cosa con otra, somos capaces de observar y extraer regularidades (o distinguir diferencias), o bien, verificar si se cumple una generalización en distintos casos.

Dificultades y críticas al método del análisis comparativo

Una de las dificultades que presenta el método comparativo consiste en que, dado que en todos los casos resulta necesario plantear un recorte para comparar las distintas situaciones, es inevitable omitir una serie de circunstancias que potencialmente podrían influir como causas o condiciones de dichas situaciones. El sociólogo alemán Max Weber (1864 – 1920) —considerado uno de los padres de la Sociología moderna— evaluaba esto como un problema ineludible del análisis comparativo, en la medida en que las situaciones históricas ocurren en circunstancias únicas y singulares, de manera tal que no puede extraerse de la mera asociación entre ellas ninguna ley que dé cuenta de una regularidad. A diferencia de Weber, quien proponía un estudio basado en casos, el sociólogo francés Émile Durkheim (1858 – 1917) sostuvo como método de la investigación social empírica el estudio de variables, cuyo objetivo consistía en la formulación de generalizaciones amplias sobre las sociedades, tales que pudieran ser comprobadas experimentalmente por medio de la estadística.

 
 
 
 
Por: Lilén Gomez. Profesora en Filosofía, Universidad de Buenos Aires, Argentina. Desempeño en el ámbito de la docencia y la investigación, en áreas de la Filosofía Contemporánea.

Art. actualizado: Oct. 2022; sobre el original de marzo, 2010.
Datos para citar en modelo APA: Gomez, L. (Oct. 2022). Definición de Comparación. Significado.com. Desde https://significado.com/comparacion/
 

Referencias

Sartori, G. (1994). La comparación en las ciencias sociales (pp. 29-50). Madrid: Alianza.

Colino, C. (2009). Método comparativo. Diccionario Crítico de Ciencias Sociales. Terminología Científico-Social, Madrid-México, Plaza y Valdés.

Caïs, J. (1997). Metodología del análisis comparativo (pp. 83-100). Madrid: Centro de investigaciones sociológicas.

Panebianco, A. (1994). Comparación y explicación. La comparación en las ciencias sociales, 81-104.

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