Definición de Autorregulación

1. Actuar responsablemente conforme la ley, los valores morales, éticos y socioculturales dentro de la sociedad a instancias de la seguridad y el bienestar individual y general.

2. Controlar excesos y abusos respecto de uno mismo y/o los otros.

3. Social. Manejo de las emociones, pensamientos y acciones que puedan generar conflictos u obstaculizar una actividad, tanto en el marco personal como laboral, para mantener la cordialidad, paciencia, y el progreso.

4. Psicología. Proceso conforme problemáticas y/o metas. Ejemplos: a) desorden alimenticio; b) gastos compulsivos y dificultades para ahorrar.

5. Economía Empresas. Trabajar conforme las reglamentaciones vigentes, con ética y responsabilidad al público al que se dirigen los productos y/o servicios desarrollados, así como también al medio ambiente.

6. Biología. Funciones internas del organismo para adaptarse al medio y agentes externos con los cuales toma contacto. Ejemplos a) equilibrio de la temperatura corporal (termorregulación); b) balance del sistema endocrino.

Autorregulación del mercado. Teoría y corriente política-económica promovida por los partidos liberales y de derecha, en la que el estado mantiene distancia respecto de las operaciones y prácticas de productividad de las empresas para que éstas se desempeñen con libertad. La crisis financiera en 2008 en la que el gobierno norteamericano tuvo que rescatar a los principales bancos del país, que realizaran estrategias de manipulación sobre la sociedad, por ejemplo, cediendo intencionalmente préstamos a personas que no tenían capacidad de afrontarlos, demuestra que el estado tiene que estar presente, en resguardo de las propias entidades privadas.

Etimología: Formado por el prefijo griego αὐτο- (auto-), en cuanto ‘por sí mismo’, el verbo del latín regulāre, por ‘reglamentar’, ‘ajustar’, y el sufijo -ción, ‘acción y efecto’..

Cat. gramatical: Sustantivo fem.
En sílabas: au-to-rre-gu-la-ción.

Autorregulación

La autorregulación se refiere a aquella capacidad presente en un individuo así como en una entidad privada o pública, e inclusive en el estado (evitando actos de corrupción, gastos desproporcionados y políticas direccionadas al beneficio de sectores con intereses en común) en saber controlarse en base a un monitoreo voluntario que tendrá lugar desde sus propias instalaciones y recursos. Cabe destacarse que la autorregulación implicará una victoria en materia de equilibrio y, además, evitará la intervención de factores o de otras figuras que ayuden a conseguirlo.

Aplicaciones en diversos contextos: ejemplos

El concepto de autorregulación es amplísimo y resulta ser aplicable a diferentes ámbitos y contextos, por ejemplo, la biología, la psicología, la política, la economía, tecnología, especialmente Internet, tras la impactante proliferación acaecida en este ámbito en los últimos tiempos, entre otros.

Si bien en algunas situaciones o contextos, tal es el caso de lo económico, se requiere de la intervención estatal para la normalización de determinadas situaciones, la autorregulación implica un control, tanto voluntario como espontáneo; por supuesto que la autorregulación, en el ámbito que sea, necesitará sí o sí marcos y voluntades que la incentiven a concretarse y también que se ocupen de la definición de sus alcances.

La regulación o autorregulación económica es una cuestión que ha estado sujeta a discrepancias de acuerdo al cristal con el cual se la mire, porque desde algunas corrientes ideológicas como puede ser el populismo está bien vista la intervención del estado y todas aquellas condiciones que este imponga en el mercado para evitar el avasallamiento que algunas tendencias suelen promover. Mientras que desde el otro lado del ring, como es el liberalismo, consideran que el mercado no debe controlarse y de esta manera se regulará, por caso, no consideran necesaria ni atinada la participación del estado en este sentido, al contrario la consideran perniciosa para el crecimiento y el desarrollo y para lograr inversiones.

Por otro lado, en materia biológica, los seres humanos disponemos naturalmente de la capacidad de adaptarnos a los diversos climas que existen en la región que habitamos y que estarán vinculados a las diferentes estaciones del año: verano, invierno, otoño y primavera.

Mientras tanto, no será necesario que realicemos ningún esfuerzo adicional ni acción extra para adaptarnos a los mismos porque nuestro cuerpo sabio y dispuesto ya por naturaleza se autorregulará en función de las condiciones climáticas imperantes y no habrá necesidad que nos tengamos que trasladar hacia otro lugar para evitar tal o cual clima.

Pero hablemos más en concreto con ejemplos que nos permitan explicar esta cuestión tan natural pero que no siempre se entiende. En un día de extremo calor en la ciudad en la cual residimos nuestro cuerpo tiende a autorregularse en materia de temperatura, y no es, como decíamos, necesario que tengamos que huir y asentarnos en otro lugar que ofrezca un clima más fresco.
El cuerpo humano está especialmente diseñado por la biología natural para que se adapte a los climas que le tocan atravesar a lo largo del año.

Por supuesto que podremos encontrarnos con personas más propensas a sentir el frío y también a otras que sufren más del calor, pero de todos modos nuestro cuerpo está programado para adaptarse a las diversas estaciones del año y poder salir ilesos de las temperaturas extremas que nos propone normalmente cada una.

Ahora bien, es importante que mencionemos que esto no sucede con todos los seres vivientes de nuestro ecosistema y por ello es que hay muchos organismos que sí deben movilizarse en búsqueda de mejores condiciones climáticas para sobrevivir, tal es el caso de los insectos. Esto es así porque estos carecen de procesos de autorregulación internos en sus organismos.

Así es que en un día de calor extremo el insecto deberá trasladarse a un lugar en el cual las condiciones del clima no lo afecten, por ejemplo, buscar refugió debajo de una roca, en la copa de un árbol, o en cualquier otro lugar donde no lo alcancen directamente los rayos solares tan penetrantes durante la estación de verano. O, por el contrario, cuando se llevan o llegan por accidente determinadas especies a un clima que no es aquel en el que están acostumbradas a vivir, entonces, comenzarán a sufrir serias consecuencias que afectarán su salud.

En muchos casos mueren de manera rápida sin que se pueda hacer algo y en otros casos se las puede trasladar a sus hábitats de origen para que recuperen su equilibrio y costumbre de vida.

Alcances en la actividad periodista

Afortunadamente, muchos ámbitos, especialmente aquellos que son capaces de llegar y de modelar las opiniones y las creencias de las personas, tal es el caso de los medios de comunicación masiva: la radio, la televisión, los periódicos, la publicidad e Internet, en el último tiempo, disponen de autorregulación en materias de metodologías y técnicas así como también en lo que respecta a la difusión o no de determinados contenidos que puedan afectar severamente a la opinión pública en caso de ser exhibidos sin un adecuado soporte.

La autorregulación periodística, por ejemplo, nació del compromiso voluntario y conjunto de los agentes que intervienen en el proceso de comunicación y está orientada justamente a complementar la libertad de los medios con el uso responsable de los mismos; o sea, la idea es ejercer su actividad libremente aunque sin desvirtuar el fin de la misma poniéndose por ejemplo al servicio de fines ajenos y que desvirtúan su sentido primario.

El derecho a la libertad de expresión siempre debe prevalecer porque las constituciones de los sistemas democráticos así lo prevén y disponen pero claro debe estar en sintonía con los derechos y las garantías de los ciudadanos, es decir, en nombre de la libertad de expresión jamás se debe ir contra algún derecho o garantía ciudadanía y eso los medios y sus profesionales deben saberlo y cumplirlo para poder desarrollar su tarea conforme en el plano ético.

Otra cuestión fundamental en este sentido es no estar atado a ningún poder de turno o a una empresa, dado que no estarlo garantiza la independencia del medio y del profesional, y se moverá con libertad.

Cabe señalarse que las diversas formas de autorregulación en el ejercicio de la profesión periodística tienen su nacimiento en la deontología profesional periodística, que es justamente el ordenamiento normativo que atañe a la actividad del periodismo. La conforman una serie de normas y de principios que tienen la misión de regular la conciencia del profesional de los medios y está inspirada en dos principios de riguroso cumplimiento como son la verdad y la responsabilidad social.

Por otro lado, es imprescindible que la autorregulación sea la consecuencia de un consenso amplio y conjunto entre todos los agentes sociales, los medios, el periodista, el público, entre otros.
La idea es que la autorregulación en este ámbito implique un cuidado y un respeto en cuanto a valores, ética y principios morales y constitucionales por parte de todos, desde los dueños de los medios, pasando por quienes trabajan en los medios como ser los periodistas y asimismo los consumidores de los contenidos de los medios, es decir, el público.

 
 
 
Autor: Florencia Ucha.

Trabajo publicado en: Jul., 2011.
Datos para citar en modelo APA: Ucha, F. (julio, 2011). Definición de Autorregulación. Significado.com. Desde https://significado.com/autorregulacion/
 

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