Definición de Persuadir

La de persuadir es una palabra que en nuestro idioma permite referir a la acción a partir de la cual se convence a alguien para que realice o en su defecto deje de hacer algo.

Acción a través de la cual se busca convencer a otro para que haga o piense tal o cual cosa

La misión u objetivo será que el interlocutor modifique su manera de pensar o sus comportamientos, en tanto, para lograr ello es imprescindible ejercer una influencia en él a través de sus emociones y sentimientos, es decir, se apelará a ellos y también se le entregará cierta información sensible que desconocía, para así poder conseguir el ansiado cambio a favor.

Este término presenta una variedad de sinónimos, aunque, sin lugar a dudas el de convencer es el que más usamos en su lugar, en tanto, el concepto que directamente se opone es el de disuadir que justamente refiere el mover, insistirle a alguien para que desista de la realización de una acción o actividad o para que olvide algún propósito o idea.

La de la persuasión es una capacidad, una facultad, que alguien dispone y que le permite convencer a otro de algo.

Capacidad de inculcarle al otro que si cambia su posición obtendrá beneficios

Mediante la utilización de argumentos convincentes que hacen que se logre convencer al público que su postura es equivocada o no correcta, mientras que la que pregona el persuasor es la conveniente, porque es la que le permitirá lograr una serie de beneficios o ventajas personales o colectivas.

Una herramienta eficaz y muy usada en el comercio, la publicidad, y la política

Por esta cuestión de lograr el convencimiento y la aprobación del otro es que la persuasión es una de las herramientas más importantes a instancias de la venta de productos y servicios y asimismo en el ámbito de la política, ambos contextos en los que sin dudas sin la anuencia del público es difícil triunfar e imponerse.

Con la persuasión lo que se busca es influir directamente en las creencias, comportamientos, acciones y motivaciones que presentan las personas para que las mismas terminen por aceptar una situación que les proponemos o bien cambien sus posturas y viren hacia nuestra propuesta.

Este proceso de la persuasión se concreta a partir de la utilización de diversos recursos, aunque la palabra es una de las herramientas por excelencia a la hora de convencer al otro.

Principales estrategias

Existen una variedad de estrategias, técnicas, que ayudan en la consecución de la persuasión, tales como: reciprocidad (porque la gente casi siempre se inclina a la devolución de favores), compromiso (una vez que los individuos se comprometen a algo lo cumplen a rajatabla, aún y a pesar del cambio en las condiciones iniciales), prueba social (las personas solemos copiar lo que hacen los otros, por tanto, si el otro lo compra yo también lo haré), autoridad (a la gente la convence que alguien con autoridad en una materia opine sobre tal o cual tema), escasez (si se sabe que algo, una oferta por ejemplo, estará vigente de tal fecha a tal otra generará la necesidad de consumirlo antes de ese momento por el temor a perderlo) y el gusto (los individuos nos inclinamos a hacer lo que nos dice aquella persona que nos cae bien).

En la actualidad es un recurso híper extendido a instancias de la publicidad de bienes y servicios que se utilice la imagen de una personalidad reconocida, con talento o con autoridad profesional o moral para vender dichos productos.

Los periodistas, por ejemplo, son los profesionales que muchas marcas deciden contratar cuando quieren transmitirles a sus clientes o potenciales consumidores confianza respecto de un producto.

Cuando el público aprecia el mensaje que llega de parte de un comunicador con trayectoria, y asociado a valores como la honestidad, le despertará confianza y no dudará en la calidad del producto porque se lo está diciendo ese periodista tan probo.

Por otro lado, los deportistas y las celebrities son mayormente usadas por el marketing a la hora de querer convencer al público que compren tal o cual marca o producto porque les proveerá del estilo, belleza y look que tanto admiran en sus ídolos.

Pasan los años y esta herramienta de convocar a una autoridad o famoso sigue híper vigente en el mundo comercial y es una de las herramientas más efectivas a la hora de conseguir más ventas e identificación con un bien o marca.

También este recurso se ha trasladado a la política y es corriente apreciar en las campañas a deportistas, actores, músicos y otras personalidades manifestando su adhesión por tal o cual candidatura.