Definición de Aseo

Aseo se define como el acto de proporcionar limpieza a uno mismo o a otros, a través de una serie de acciones como el baño, la ducha, o el lavado de distintas partes del cuerpo. En general, hace referencia al conjunto de actividades que se llevan a cabo para mantener la limpieza e higiene del cuerpo, de cara a mantener un buen estado de salud y permanecer libre de enfermedades.

En el caso de llevarse a cabo sobre uno mismo, se hace referencia a este acto como aseo personal.

El espacio de la casa donde habitualmente se realizan estos cuidados es conocido como “Cuarto de aseo”, aunque el uso habitual del término ha terminado por reducirse en muchos casos a “aseo”. Por lo tanto, con Aseo también podemos hacer referencia a la estancia dotada de ducha o baño, letrina y lavabo en la que habitualmente se lleva a cabo este proceso.

El aseo como factor en las relaciones personales

En lo relativo al aseo personal, la prevención de enfermedades es sólo uno de los factores a considerar. Una adecuada higiene es imprescindible para mantener una actividad social normal, y de hecho la falta de aseo es uno de los aspectos que más influyen en el aislamiento social.

Las personas necesitamos relacionarnos unas con otras. Para que esta actividad se lleve a cabo sin interferencias es imprescindible que se cumplan unos mínimos de aseo personal, que consisten en ducharse con frecuencia, lavarse el pelo y los dientes, y aplicarse desodorantes o colonias que minimicen los malos olores corporales.

Cuando estos mínimos no se cumplen, las relaciones sociales se ven afectadas, ya que, según los estándares actuales, los olores corporales o la suciedad no son tolerados en modo alguno.

Sin embargo, esto no siempre ha sido así, y en la Edad Media era frecuente que las personas, incluso de niveles sociales más altos o pertenecientes a la nobleza, pasaran meses sin atender su aseo personal, lo que provocaba todo tipo de enfermedades. Sin embargo, éstos comportamientos eran socialmente aceptados, por lo que no tenían mayor repercusión en las relaciones sociales.

No fue hasta pasada la Revolución industrial cuando poco a poco los hábitos higiénicos comenzaron a implantarse en la sociedad, teniendo que remontarnos apenas un siglo atrás para comenzar a encontrar comportamientos relativos al aseo mínimamente similares a los imperantes en la actualidad.

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