Definición de Geobotánica/Fitogeografía
Licenciado en Biología
La fitogeografía es la rama de la biogeografía que se encarga de la distribución geográfica de las plantas. Las plantas, al igual que todos los otros seres vivos, no se distribuyen de manera homogénea en todo el planeta, sino que tienen patrones de distribución. Hay seres vivos que están presentes en algunos continentes y en otros no, incluso dentro del mismo continente, la distribución geográfica de los seres vivos, o su rango geográfico es diferente. El rango geográfico de las especies puede llegar a ser tan acotado que solo están presentes en una región en todo el mundo, y en este caso se habla de endemismos. Los patrones de distribución de los organismos, los mecanismos por los que estos varían y las causas que producen estos patrones son el objeto de estudio de la biogeografía.
Las plantas: arquitectos del ambiente
Cuando vemos un denso bosque o un desierto, es la comunidad de plantas que crece en esos lugares lo que les da su característica distintiva. Lo que conocemos como “bosque” o “desierto” son en realidad distintas comunidades vegetales. En un bosque, la comunidad vegetal incluye árboles frondosos. Helechos, hierbas y arbustos crecen a la sombra de estos grandes árboles. En el desierto, apenas unos arbustos mustios, alguna que otra hierba dura y un puñado de especies de cactus logran sobrevivir a la sequedad reinante.
Al igual que en los ejemplos citados, la comunidad vegetal le da su impronta a los ambientes. Es la que crea los hábitats para el resto de los seres vivos. Por ejemplo, en un bosque, los animales pueden vivir en las copas de los árboles, en agujeros en los troncos, entre la hojarasca del suelo, en troncos caídos… En el desierto, la disponibilidad de hábitats se reduce drásticamente, por lo que la variedad de animales capaces de sobrevivir allí también es baja.
Estos ejemplos dejan claro cómo la comunidad vegetal de un lugar es directamente responsable de las características estructurales de un paisaje o fisionomía y también es responsable, en gran parte, de la riqueza de especies que ese ambiente puede soportar. Por lo tanto, estudiar la distribución de las plantas no es un tema menor.
Fitogeografía: objetivos y métodos de estudio
La fitogeografía tiene como objetivo principal comprender los factores bióticos y abióticos que determinan la presencia o la ausencia de las especies vegetales en diferentes regiones.
La comunidad vegetal, es decir, la totalidad de especies vegetales de un lugar constituye la flora de esa región. La flora es un componente de la biota.
Los patrones de la flora están muy influenciados por el clima, sobre todo por la lluvia, pero otros factores, como la geología y el tipo de suelo, la temperatura y la altitud también son importantes y nunca deben ser dejados de lado.
La fitogeografía comienza su análisis con descripciones florísticas de una región: listas de las especies de plantas existentes y sus características.
Para hacer esto, los especialistas realizan trabajos de campo donde identifican las especies de plantas presentes en la zona. También recopilan datos de herbarios, jardines botánicos e incluso, pueden recurrir a herramientas modernas como las bases de datos online.
Los datos de campo son insustituibles, pero por lo general se utiliza la mayor cantidad de fuentes disponibles y se intenta conocer no solo las especies actuales sino también las especies que ya no están presentes en la zona.
Como todos los análisis biogeográficos, la fitogeografía hace su análisis en tiempos históricos (es decir, décadas y siglos).
De los análisis biogeográficos en tiempos geológicos (eras, periodos) se encarga la paleobiogeografía.
Una vez recopilada toda la información disponible sobre la flora, se intenta explicar las causas de sus rangos geográficos.
Se analizan aspectos como la historia geológica de la región, el clima, la topografía, la disponibilidad de recursos (agua, nutrientes) o las interacciones interespecíficas que pudieran estar facilitando o impidiendo que una especie colonice el sitio. También se tiene muy en cuenta la historia evolutiva de las especies y sus relaciones filogenéticas.
Los principales dominios fitogeográficos del mundo
Las áreas con floras relacionadas, o con características en común, se denominan dominios fitogeográficos. A nivel global se reconocen cinco dominios fitogeográficos que agrupan regiones con floras similares. A grandes rasgos estos dominios se corresponden con los continentes (no con la división política de los continentes, sino con las masas de tierra emergidas). Algunas regiones agrupan continentes que hoy están separados, pero estuvieron juntos en el pasado geológico, de ahí que en el presente compartan parte de su flora.
Dominio Holártico: incluye Norteamérica y Eurasia. Estos continentes formaron parte del supercontinente Laurasia, una de las dos mitades que quedaron luego de la ruptura de Pangea. La conexión entre Eurasia y América se cortó con la apertura del océano Atlántico norte, en el jurásico, y el último puente entre los dos continentes del dominio Holártico desapareció en el cuaternario, con el hundimiento de Beringia, un puente terrestre entre Alaska y Siberia, que fue la vía de ingreso de los seres humanos a América. Esto ocurrió hace unos 40 mil años. Laurasia siempre mantuvo una pequeña conexión con el norte de África, y actualmente esta conexión se mantiene. Por eso, el norte de África suele incluirse dentro del dominio holártico.
Dominio Paleotropical: abarca el África subsahariana y el sur de Asia. La mayoría de sus ambientes son selvas, sabanas y desiertos. Este dominio se desarrolla en la faja tropical de África y Asia entre el ecuador y los trópicos.
Dominio Neotropical: como el dominio paleotropical, abarca la zona tropical de América del Sur y Centroamérica. Es parecido al dominio paleotropical, pero hay grupos de plantas exclusivos de este dominio. Es el dominio con mayor riqueza en especies de plantas, en buena parte endémicas. Esto se explica porque, si bien América y África estuvieron unidas formando parte de Gondwana, América del sur se separó y se convirtió en una inmensa isla (como actualmente es Australia) durante el Cenozoico. La biota isleña evoluciona de formas particulares, y sigue su propio camino evolutivo. Estos fenómenos de la biota isleña lo describen la biogeografía de islas y explican las particularidades de los dominios Neotropical y Australiano.
Dominio Antártico: incluye sólo la Antártida y algunas islas subantárticas. El continente está cubierto en su mayor parte por un glaciar gigante. En las partes deshieladas, el clima adverso limita mucho la vida vegetal. La comunidad vegetal está dominada por líquenes, musgos y hierbas pequeñas.
Dominio Australiano: agrupa Nueva Zelanda, Tasmania y Australia. Su flora está muy influida por el pasado como parte de Gondwana, pero también presenta numerosas especies endémicas que se explican por su característica de isla.
Algunas clasificaciones incluyen un sexto dominio: el dominio Capense, en el extremo sur de África. También es posible encontrar que los dominios son llamados reinos. La diferencia de nomenclatura depende del esquema de clasificación elegido.
Aplicaciones de la fitogeografía
El conocimiento de la distribución de las plantas tiene múltiples aplicaciones prácticas. Conocer los factores que determinan los patrones de distribución, y conociendo la evolución temporal de estas comunidades, se pueden predecir distribuciones futuras. Esto es muy útil en un escenario cambiante como el actual, donde las distribuciones de los seres vivos estás mutando debido al cambio climático y la intervención humana en los ambientes naturales.
La fitogeografía también aporta conocimientos útiles a la hora de planificar acciones y estrategias de conservación, ya que nos permite identificar áreas de endemismos o áreas muy ricas en especies y definir así, áreas prioritarias de conservación.
Fotos: Fotolia – Galyna Andrushko / VVVita
Art. actualizado: Feb. 2024; sobre el original de abril, 2017.
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