Definición de Placa Tectónica

David Alercia
Licenciado en Biología

Cuerpos de gigantesco tamaño separados físicamente y en movimiento continuo que conforman una estructura interligada debajo de la superficie de la Tierra, dentro de la litosfera, deslizándose sobre la astenósfera, ubicándose debajo de la capa de la corteza terrestre, y arriba del manto. Las placas reconocidas están segmentadas entre continentales (tal es el caso de la placa Africana y la Euroasiática) y oceánicas (por ejemplo, la placa Pacífica, de Nazca y Antártica), con un total de 56 placas.

Etimología: Desde mediados del siglo XX, por ejemplo en el alemán plattentektonik y el francés plaque tectonique. Placa, por el francés antiguo plaque; tectónica por el griego tektonikḗ, forma femenina de tektonikós.

Cat. gramatical: Sustantivo fem.
En sílabas: pla-ca + téc-to-ni-ca.

Placa Tectónica

La Tierra no es un planeta homogéneo, no es una “enorme bola de roca”, sino que está compuesta por diferentes “capas” concéntricas, cada una de ellas con diferente composición química y propiedades físicas. La superficie del planeta, la corteza, está dividida en placas que se mueven unas con respecto a otras. El movimiento de estas placas se conoce en Geología como tectónica de placas o tectónica. Entender la dinámica tectónica de la Tierra es importante para entender cómo funciona el planeta y cómo se forman las rocas. Los procesos que ocurren en los bordes de las placas son responsables de la creación y destrucción de la corteza terrestre, de la formación de montañas, de los terremotos y volcanes.

La capa superficial de la Tierra, la litosfera, está formada por roca sólida y rígida. Esta capa superficial no es continua, sino que está constituida por piezas. Podemos imaginar la litosfera o corteza como un rompecabezas armado, en donde las piezas encajan entre sí para forman un continuo. Estas piezas de la corteza, llamadas placas tectónicas, flotan sobre una capa de roca fluida conocida como astenosfera o manto superior.

Las placas se mueven por las corrientes de convección del manto originadas por el calor del núcleo de la Tierra, pero eso es un aspecto complejo de la Geología que escapa a los fines de esta introducción a la tectónica de placas. Para comprender este fenómeno, basta entender que las placas tectónicas no están fijas, sino que se mueven, y se mueven porque flotan sobre el material fluido del manto y son arrastradas por las corrientes de ese fluido.

Al moverse las placas, sus límites están en constante tensión, como sucedería con un rompecabezas armado si lo moviésemos de los lados: las piezas podrían desencajarse y moverse de diferente forma unas con respecto a otras. Esto mismo ocurre con las placas tectónicas.

Ilustración de Caribia.

Deriva tectónica y bordes de placa

El movimiento de las placas tectónicas o deriva tectónica es el proceso que hace que los continentes se muevan en la superficie de la Tierra, se unan o se separen.

América del Sur y África son dos de esas placas, que están moviéndose en sentidos contrarios (separándose) desde hace millones de años. La separación original dio lugar a la formación del Océano Atlántico, y en la actualidad, las costas de Sudamérica y de África se separan, en promedio, de 2 a 3 centímetros por año. La placa sudamericana se mueve hacia el suroeste, y choca con la placa de Nazca en la costa oeste de América del Sur y la placa africana se mueve hacia el noreste y colisiona con la placa eurasiática.

En los bordes de placas contiguas pueden ocurrir tres cosas: colisión de placas, separación o rozamiento de placas. En vistas de esto, existen tres tipos principales de bordes de placa: divergentes (separación), convergentes (colisión) y transformantes (rozamiento).

En las bordes divergentes las placas se separan entre sí, dejando un espacio por donde fluye el material fundido del manto. Este material se solidifica y da lugar a la formación de nueva corteza. Los grandes bordes divergentes se dan entre placas oceánicas y se conocen como dorsales oceánicas.

Cuando se inicia la separación de las placas, lo primero que se forma es una gran grieta que se profundiza y se conoce como rift. La corteza en el rift se hace cada vez más delgada (porque las dos placas se están alejando). La roca sólida no se puede estirar y eventualmente, está corteza adelgazada se fragmenta y por el espacio que deja comienza a fluir el magma del manto que se solidifica y comienza a generar nueva corteza.

Con el tiempo, la grieta del rift avanza hasta que es invadida por el agua oceánica. Una vez que se ha formado el océano, la actividad de la dorsal (la zona de corteza fragmentada por donde emerge el magma) continúa generando corteza y hace que se expanda el fondo del océano, ensanchando cada vez más dicho océano.

Un ejemplo de borde divergente es la dorsal del Pacífico Oriental, donde las placas del Pacífico y Nazca se alejan a una velocidad de más de 15 cm/año. En la dorsal del Atlántico Sur, las placas Sudamericana y Africana se separan unos 3 cm/año.

Los bordes divergentes también se llaman constructivos, porque en ellos se crea nueva corteza.

Los bordes convergentes son aquellos donde las placas chocan entre sí. Cuando las placas colisionan una de ellas se hunde bajo la otra y se introduce en el manto. Este proceso se llama subducción y los límites donde se produce se llaman zona, borde o límite de subducción.

Del lado de la placa que se está hundiendo, se forma una profunda depresión conocida como fosa oceánica. Sobre la zona de subducción suele formarse una cordillera montañosa y hay una intensa actividad sísmica y volcánica. Un borde convergente de este tipo es el límite entre la Placa Sudamericana con la placa de Nazca al oeste de América del Sur: la placa de Nazca se hunde bajo la placa sudamericana formando una profunda fosa en las costas de Chile y Perú conocida como Fosa de Atacama y la Cordillera de los Andes sobre el borde oeste de la placa Sudamericana. El proceso de subducción está asociado a una intensa actividad sísmica y volcánica, característica de los países del oeste de América del Sur.

Otro limite convergente es el límite entre la placa de la India y la placa Euroasiática: en este caso no se formado una fosa oceánica, sino que las dos placas se han unido en una zona intensamente deformada y plegada que es la cordillera del Himalaya.

Estos bordes son también conocidos como bordes destructivos, porque la corteza que se hunde en el manto se funde, y pasa a formar parte del material del manto. Ese material volverá a emerger desde una dorsal y formará nueva corteza. De esta manera se mantiene el equilibrio entre formación y destrucción de corteza.

Los bordes transformantes son aquellos donde las placas se deslizan lateralmente una al lado de la otra, sin crear ni destruir corteza. Este rozamiento entre placas libera enormes cantidades de energía que ocasionan grandes sismos. Los bordes transformantes son zonas propensas a grandes terremotos. Un ejemplo de borde transformante es el sistema de falla de San Andrés, que es el límite entre la placa del Pacífico y la placa Norteamericana, creando una zona muy propensa a sufrir terremotos en la costa oeste de América del Norte.

 
Por: David Alercia. Licenciado en Biología por la Universidad Nacional de Córdoba, especializado en gestión ambiental, y trabaja en turismo científico.

Art. actualizado: Abril 2023; sobre el original de marzo, 2012.
Datos para citar en modelo APA: Alercia, D. (Abril 2023). Definición de Placa Tectónica. Significado.com. Desde https://significado.com/placa-tectonica/
 

Referencias

Fuente: E. J.Tarbuck (2005). Cap. 2. Ciencias de la Tierra. Una Introducción a la Geología Física., Cap. 2. (8ª ed.). Editorial Pearson Educación S. A.

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