Definición de Éxito

Agustina Repetto
Licenciada en Psicología

El éxito es una instancia satisfactoria personal a través de la cual se avanza o alcanza un objetivo, resultado de un constructo sociocultural subjetivo basado en los criterios particulares de su protagonista e influenciado por el reconocimiento del entorno testigo, capaz de extenderse a nivel grupal cuando se comparte o trabaja conjuntamente sobre el mismo interés. En el artículo analizamos el concepto desde los enfoques de la meritocracia y la justicia social, en cuanto a las circunstancias y posibilidades que cada persona tiene y percibe el éxito dentro del conjunto y funcionamiento de la sociedad.

El éxito desde la perspectiva de la Meritocracia

La meritocracia es una teoría que sostiene que el éxito individual es el resultado del mérito personal. Según esta teoría, aquellas personas que se esfuerzan, trabajan duro y son talentosas tienen mayores oportunidades de tener éxito. En general, en una sociedad capitalista, el éxito se mide en función del nivel socioeconómico y del poder. Por lo tanto, quienes tienen una mayor capacidad adquisitiva y la facultad de imponer sus decisiones a otros, suelen tener más oportunidades de éxito.

Sin embargo, el problema con esta idea es que brinda la ilusión de que quien se esfuerce lo suficiente podrá tener éxito, ignorando la desigualdad de oportunidades y las condiciones materiales de existencia y culpabilizando a quienes no lo logran. Desde esta perspectiva, se le atribuye como causa a la falta de éxito, una serie de características personales como la falta de voluntad, de talento o capacidad. Esto invisibiliza la desigualdad social estructural que el mismo sistema económico produce y reproduce. Es así que esta teoría del éxito no tiene en cuenta los privilegios ni las desventajas existentes entre las personas desde su nacimiento, como su nivel socioeconómico, origen, género, orientación sexual y otros factores que pueden influir en sus oportunidades de éxito. Los factores mencionados pueden afectar la capacidad individual para acceder a oportunidades y recursos, y, por lo tanto, afectar la consecución éxito en la vida.

Por ejemplo, es cada vez más conocida la brecha salarial entre hombres y mujeres en el mundo, en donde por el mismo tipo de trabajo, los hombres reciben una mayor remuneración que las mujeres. Este es un claro ejemplo de cómo nacer con determinadas características contingentes, como ser hombre o mujer, puede contribuir u obstaculizar ciertas oportunidades, como la de percibir un mayor salario.

El éxito desde la perspectiva de la Justicia Social

Una alternativa a la teoría de la meritocracia es la perspectiva de la justicia social, que se enfoca en la equidad y la igualdad de oportunidades para todos los miembros de una sociedad, independientemente de su origen, género, orientación sexual o nivel socioeconómico. En esta perspectiva se reconoce que existen desigualdades estructurales en la sociedad que limitan las oportunidades de ciertos grupos, y que para alcanzar la justicia social se deben implementar políticas públicas y medidas que reduzcan esas desigualdades y promuevan la equidad.

Desde la justicia social, también se cuestiona la idea de que el éxito individual se debe únicamente al mérito personal, y reconoce que el éxito y el fracaso depende en gran medida de las oportunidades y recursos disponibles para cada persona, así como de factores estructurales y contextuales que influyen en la consecución de metas y objetivos. Por lo tanto, se enfoca en crear un entorno en el que todos tengan igualdad de oportunidades para desarrollar su potencial y alcanzar sus objetivos personales, independientemente de las condiciones en las que hayan nacido.

El papel de los medios de comunicación en la construcción popular de la idea del éxito

Los medios de comunicación suelen reforzar las ideas y los valores asociados con la meritocracia. Es frecuente encontrarnos con películas, series y anuncios publicitarios que promueven la idea de que aquellas personas que tienen éxito se lo merecen porque lo han alcanzado a través de su perseverancia, esfuerzo y dedicación. Por ejemplo, si pensamos en las publicidades de productos como relojes, perfumes o automóviles, podemos ver cómo se transmite la idea de que la adquisición de estos bienes es una señal de éxito, lo que puede generar expectativas poco realistas y reforzar la creencia de que el éxito depende de la capacidad adquisitiva. Otro claro ejemplo de cómo los medios de comunicación influyen en nuestra forma de percibir al éxito son las redes sociales. A través de las aplicaciones en las que se comparte contenido visual, se suele percibir como exitosas a las personas que viajan a lugares exóticos y costosos o a quienes tienen un estilo de vida con un alto poder adquisitivo.

Por otro lado, los medios de comunicación también pueden contribuir a perpetuar estereotipos y prejuicios que limitan las oportunidades de ciertos grupos. Por ejemplo, la representación de las mujeres en los medios de comunicación frecuentemente se limita a roles tradicionales de género, lo que puede transmitir la idea de que las mujeres tienen menos potencial y menos oportunidades para alcanzar el éxito que los hombres. De la misma manera, la representación de ciertos grupos étnicos y culturales puede estar sesgada y contribuir a perpetuar prejuicios y estereotipos que limitan sus oportunidades de éxito.

 
Por: Agustina Repetto. Licenciada en Psicología, egresada de la Universidad Nacional de Mar del Plata. Actualmente, estudiante del Posgrado en Sexualidad Humana: sexología clínica y educacional con base en Perspectiva de Género y Derechos Humanos.

Art. actualizado: Feb. 2023; sobre el original de julio, 2010.
Datos para citar en modelo APA: Repetto, A. (Feb. 2023). Definición de Éxito. Significado.com. Desde https://significado.com/exito/
 

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