Definición de Estímulo

Marcoantonio Villanueva Bustamante
Doctor en Psicología

Se denomina como estímulo a toda aquella energía extrínseca o intrínseca que produce la activación y posterior respuesta de una órgano sensorial.

El concepto “estímulo” es usado para denominar a todos aquellos elementos que típicamente vienen del exterior y que producen en el individuo una respuesta específica, de este modo, puede provocar una respuesta conductual (por ejemplo, ver que alguien se dirige a nosotros con un arma provoca la huida), una respuesta fisiológica (e.g., comenzar a salivar después de oler uno de nuestros postres recién elaborados) o incluso una respuesta emocional (e.g., sentirse nostálgico al ver fotos de nuestros abuelos).

El consenso general define al estímulo como una señal que provoca que un órgano sensorial (e.g., los ojos, la piel, la nariz, el oído o la lengua) sea activado para dar una respuesta adecuada a este. De este modo, es necesario señalar que dichas respuestas se encuentran contextualizadas, es decir, no es lo mismo recibir, por ejemplo, una estimulación eléctrica en un ambiente controlado como un hospital, que recibir el mismo tipo de estímulo en un ambiente no controlado como, por ejemplo, en una construcción mientras se repara la instalación eléctrica.

El ejemplo previamente establecido, además de abordar el factor de contextualización, también permite señalar que los estímulos pueden variar en el tipo y la intensidad de estos. Así, una categorización de los tipos de estímulos puede ser:

Sensitivos: visuales, auditivos, olfativos y táctiles.
Motores: incluye la motricidad fina y gruesa.
Cognoscitivos: influyen directamente con los elementos del sistema nervioso central (pensamiento, lenguaje, lógica o pensamiento matemático).

Cada uno de estos estímulos pueden activar organismos sensoriales específicos, por ejemplo, unas galletas recién horneadas pueden ser consideradas como un estímulo visual, ocasionando la activación de los organismos relacionados con la visión (los ojos y los pares craneales III, IV y VI), pero también posee características como para ser considerado un estímulo olfativo, pues olor de estas se activarían los órganos de la nariz y el primer par craneal.

Por otra parte, la intensidad también es un elemento clave, pues la fuerza de estos permitirá que un estímulo sea percibido o no por el organismo, cuyo estudio ha sido abordado casi desde los inicios de la psicología como disciplina, siendo más específicos, desde el campo de la psicofísica y mediante los trabajos del Gustav T. Fechner y sus estudiantes; recordemos que la premisa básica de la psicofísica es determinar la relación entre la naturaleza física de los estímulos y las respuestas sensoriales que provocan en el organismo (Ley de Weber-Fechner).

Umbrales

Para conocer la fuerza que necesita un estímulo para lograr ser percibido por los órganos sensoriales se debe recurrir al concepto del umbral absoluto, el cual se define como la intensidad mínima que requiere un estímulo para poder ser detectado por el organismo, en ocasiones también puede ser llamado como umbral absoluto mínimo.

En contraparte, el umbral absoluto máximo es la intensidad máxima que un organismo puede soportar.

Por su parte, el umbral diferencial es la capacidad que tiene el organismo para discriminar un estímulo. Asimismo, es definido como la intensidad que permite que el incremento o decremento de un estímulo sea percibido por el organismo.

Sensación y percepción

El concepto de estímulo es bastante sencillo de comprender, sin embargo, hay un par de elementos que ayudan a terminar de comprender cómo se produce este fenómeno: la sensación y la percepción.

La sensación puede ser considerada como el primer paso, al ser la entrada del estímulo externo al organismo, y a partir de esta exposición, serán activadas una serie de estructuras del organismo especializadas en la recepción de este tipo de estímulos, por lo que es posible inferir que la sensación es un elemento central del umbral absoluto. Pensemos que un organismo dañado será menos sensible a un estímulo (por ejemplo, un ojo con miopía o astigmatismo).

Por otra parte, la percepción es definida como la organización e interpretación de los estímulos que han ingresado al organismo. Una vez que un órgano “recibe” la información del exterior, esta es procesada en el sistema nervioso central para así determinar que influencia tendrá en el individuo. En este sentido, aunque el estudio de la percepción ha sido abordado en mayor grado desde el paradigma de la neuro cognición, ocasionado que se señale a los elementos del sistema nervioso central como los principales responsables de la percepción, también es necesario reconocer la influencia que tienen otros elementos sobre la percepción, tales como la motivación, los valores, las expectativas, el estilo cognitivo, la cultura y la personalidad.

Para concluir y a manera de síntesis, el estímulo son todos aquellos elementos que causan la alteración de nuestro organismo, la sensación es la activación de nuestros y finalmente, la percepción es la interpretación que hacemos de lo que sentimos.

 
 
 
 
Por: Marcoantonio Villanueva Bustamante. Licenciado en Psicología, egresado de la Facultad de Psicología de la UNAM, México. Doctor en Psicología por la UFRO, Chile. Actualmente, es investigador independiente que forma parte de diversos equipos de investigación en México y Chile.

Art. actualizado: Feb. 2023; sobre el original de mayo, 2010.
Datos para citar en modelo APA: Villanueva Bustamante, M. (Feb. 2023). Definición de Estímulo. Significado.com. Desde https://significado.com/estimulo/
 

Referencias

Feldman, R. S. (2003) Introducción a la psicología (4ta. Ed., Trad. Valázquez Arellano, J. A.) McGrawHill

Sternberg, R. J (2013) Psicología cognoscitiva (5ta. Ed.) Cengage Learning.

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