Definición de Redundancia

La palabra redundancia es un término que se utiliza en nuestro idioma con frecuencia para hacer referencia a determinados elementos del lenguaje o de la comunicación a partir de los cuales una idea se vuelve repetitiva o innecesariamente explicada al estar su significado en evidencia, o se consiste en la repetición inservible de un concepto.

La redundancia es decir, definir o describir algo con palabras que no hacen más que volver a mencionar aquello que se explicó. Esta situación del lenguaje hace que la expresión en cuestión se vuelva recargada de manera innecesaria, por eso la idea de redundancia siempre tiene un cierto valor negativo cuando se plantea.
Un ejemplo clarísimo de esto serían las frecuentes expresiones subir arriba o de bajar abajo; ambas manifestaciones implican redundancias porque ya queda claro y evidente que subir supone ir en dirección a arriba y no abajo, por caso, no hace falta aclararlo, y además es imposible, inviable subir abajo.

Cuando alguien redunda no aportará jamás información nueva e interesante sobre lo que se está hablando sino que repite algo que ya se sabe o que es fácil de decodificar de otras partes que integran el correspondiente contenido.

La redundancia forma parte de la manera en la cual los seres humanos nos comunicamos, pero claro, normalmente supone una mala manera de expresarnos.

No hace falta repetir y repetir para dejar en claro un mensaje

Cuando hablamos o cuando escribimos siempre existe la intencionalidad de enviar un mensaje, ahora bien, se cree que para que ese mensaje sea entendido eficientemente es necesaria la repetición de palabras o de conceptos, aún sean estos redundantes.
Se reitera, se repite, para que el que nos escucha o lee no se olvide lo que le decimos pero no siempre esto es correcto, probablemente sea efectivo y no lo olvide, pero caer en la redundancia no es correcto en lo concerniente a la utilización del lenguaje y esto debe quedar claro.

De todas maneras y más allá de los ideales que existen acerca del buen uso del lenguaje debemos decir que en muchas naciones de habla hispana la redundancia se acepta y es parte corriente de la vida cotidiana. En algunos casos, puede ser que alguien señale la incorreción, pero mayormente se acepta, aunque las academias de lengua correspondientes condenen la práctica.

La redundancia no sólo se efectúa a partir del uso de significados repetitivos, sino que también puede hacerse presente cuando se utilizan símbolos, gestos, expresiones faciales, etc.
Además, la redundancia no es algo que se exprese sólo en el habla sino que también puede hacerse presente, por ejemplo, en textos escritos cuando un fragmento de un texto es repetitivo y exageradamente explicativo.

Aplicaciones

Otros ejemplos clarísimos de lo que es una redundancia es decir que el color blanco es claro o que una persona sale afuera. En ambos casos lo que se utiliza para explicar no nos está dando más información que la que ya se señaló en las palabras anteriores, por lo cual la expresión no sólo que no es mejor comprendida por no poseer la información necesaria, sino que además cuenta con datos que son innecesarios o quizás hasta irrelevantes.

Asociación con la abundancia

Es importante señalar que la palabra redundancia se relaciona con la noción de abundancia. Cuando hablamos de redundancia entonces estamos haciendo referencia a una situación de exagerada abundancia, de algo que es más que abundante y que, por tanto, hace perder el foco sobre lo central y es completamente innecesario.

Se considerará a algo como abundante cuando esté conformado por una gran cantidad de elementos, o sea, cuando supera lo normal.
Si alguien tiene trescientos pares de zapatos en su guardarropa se considerará abundante dicha cifra.

De todos modos en este punto debemos decir que también influye la subjetividad porque para alguien esos trescientos pares pueden ser abundantes y para su dueño no serlo.

También la abundancia está en estrecha relación con los recursos materiales que se ostenten.